La muerte de los pretendientes: Cuando Odiseo finalmente regresa a Ítaca y mata a los pretendientes, lo hace de una manera que recuerda a un sacrificio. Esto sugiere que las muertes de los pretendientes se ven como un mal necesario y que son el precio que Odiseo debe pagar para restaurar el orden en su reino.
El regreso del hijo de Odiseo, Telémaco: El regreso de Telémaco a Ítaca también se considera un presagio positivo, ya que significa el fin del largo exilio de Odiseo y la restauración de su familia.
La aparición de Atenea: Atenea, la diosa de la sabiduría, se aparece a Odiseo en varias ocasiones a lo largo del poema y siempre lo ayuda de alguna manera. Esto sugiere que Odiseo tiene el favor de los dioses y que, por tanto, está destinado a triunfar.
La profecía de Tiresias: Tiresias, un profeta ciego, le dice a Odiseo que eventualmente regresará a Ítaca, pero que enfrentará muchos desafíos en el camino. Esta profecía presagia los acontecimientos del poema y ayuda a Odiseo a prepararse para lo que le espera.
Estos son sólo algunos ejemplos de los muchos presagios que aparecen en la Odisea. Los presagios eran una parte importante de la cultura griega antigua y, a menudo, se utilizaban para presagiar el futuro.