Sarah era una mujer joven que siempre había estado fascinada por lo paranormal. Había leído libros sobre brujería y asistido a sesiones de espiritismo, pero nunca había experimentado personalmente nada sobrenatural. Una noche, Sarah caminaba a casa desde el trabajo cuando vio a un hombre extraño parado en medio de la calle. Llevaba una capa negra y un sombrero que le cubría la cara. Sarah sintió un escalofrío recorrer su espalda cuando pasó junto a él.
Al día siguiente, Sarah empezó a sentirse extraña. Tenía dolores de cabeza y de estómago y siempre estaba cansada. Fue a ver a su médico, pero él no encontró nada malo en ella. Sarah empezó a pensar que se estaba volviendo loca.
Una noche, un ruido fuerte despertó a Sarah. Se levantó de la cama y fue a investigar. Encontró al hombre que había visto en la calle parado en su sala de estar. Él sostenía un cuchillo y estaba a punto de apuñalarla. Sarah gritó y se escapó.
Sarah llamó a la policía, pero nunca atraparon al hombre. Nunca volvió a verlo, pero nunca volvió a ser la misma. Tenía miedo de salir de casa y siempre le preocupaba que él regresara.
La historia de Sarah es un recordatorio de que la magia negra es real y puede tener consecuencias devastadoras. Si alguna vez se siente extraño o experimenta síntomas inexplicables, es importante buscar ayuda de un profesional médico. La magia negra puede ser una grave amenaza para su salud y bienestar.