Sentido de la vista:la anoftalmia congénita, aunque poco común, es una afección en la que una persona puede nacer sin globos oculares o con estructuras oculares poco desarrolladas. Esto daría como resultado la ausencia total de visión desde el nacimiento.
Sentido del oído:la sordera congénita se refiere a la pérdida auditiva completa desde el nacimiento. Puede deberse a diversos factores, como mutaciones genéticas o infecciones intrauterinas. La pérdida auditiva profunda en ambos oídos puede afectar significativamente la percepción auditiva de una persona.
Sentido del olfato:la anosmia congénita, aunque poco común, es una afección en la que un individuo carece por completo del sentido del olfato desde el nacimiento. Puede ocurrir como resultado de anomalías del desarrollo o mutaciones genéticas que afectan el sistema olfativo.
Sentido del gusto:La ageusia congénita se refiere a la ausencia total de percepción del gusto desde el nacimiento. Es excepcional y puede ocurrir debido a factores genéticos o anomalías específicas del desarrollo que alteran la formación y función de las papilas gustativas.
Sentido del tacto:la función somatosensorial es esencial para el tacto y abarca varios subsentidos como la presión, la temperatura, el dolor y la propiocepción. Si bien puede haber condiciones específicas que afecten ciertos aspectos de la función somatosensorial, la privación sensorial completa relacionada con el tacto desde el nacimiento es muy improbable.
Teniendo en cuenta estos factores, la posibilidad de que alguien nazca completamente desprovisto de los cinco sentidos es extremadamente rara y puede considerarse un concepto teórico. Sin embargo, las personas pueden experimentar déficits profundos en múltiples sentidos, lo que genera desafíos importantes y requiere apoyo especializado a lo largo de sus vidas.