* Las uñas no están afiladas. Las uñas que se utilizan en un lecho de uñas suelen ser romas o tener una punta redondeada. Esto ayuda a evitar que perforen la piel.
* El peso se distribuye uniformemente. Cuando el mago se acuesta sobre el lecho de clavos, su peso se distribuye uniformemente por toda la superficie del lecho. Esto ayuda a evitar que una uña ejerza demasiada presión sobre la piel.
* El cuerpo del mago está condicionado. Los magos que realizan este truco a menudo entrenan sus cuerpos para que sean más resistentes al dolor. Pueden hacerlo aumentando gradualmente la cantidad de tiempo que pasan acostados sobre el lecho ungueal o utilizando otros métodos para endurecer su piel.
Además de estos factores, el mago también puede utilizar otras técnicas para ayudar a protegerse, como usar una capa de acolchado o utilizar un tipo especial de colchón.
En general, la combinación de estos factores ayuda a garantizar que el mago no resulte herido cuando yace sobre un lecho de clavos.