Protección: Las uñas se utilizan a menudo en magia protectora, ya que se cree que pueden repeler la energía negativa y mantener seguro al usuario. Por ejemplo, se puede clavar un clavo en el marco de una puerta o en el alféizar de una ventana para evitar que los espíritus malignos entren en la casa, o se puede usar un clavo como talismán para protegerse de la mala suerte.
Maldiciones: Los clavos también se usan comúnmente en maldiciones y otras formas de magia dañina. Por ejemplo, se puede clavar un clavo en un muñeco vudú para representar a la persona que está siendo maldecida, o se puede usar un clavo para crear un "muñeco" (un pequeño muñeco hecho de tela o cera) que luego se quema o entierra para causar daño. a la víctima prevista.
Hechizos vinculantes: Los clavos se pueden utilizar para atar a alguien a un lugar o situación particular, o para evitar que haga algo. Por ejemplo, se puede clavar un clavo en el suelo en un cruce de caminos para evitar que alguien salga de un área determinada, o se puede usar un clavo para cerrar una puerta o ventana para evitar que alguien entre o salga.
Poder e influencia: Los clavos también se utilizan a veces para representar poder e influencia. Por ejemplo, se puede clavar un clavo en un árbol o una roca para reclamar la propiedad de la tierra, o se puede utilizar un clavo para marcar un límite que no se puede cruzar.
Curación: En algunas tradiciones, las uñas se utilizan con fines curativos. Por ejemplo, se puede clavar un clavo en el suelo de un lugar sagrado para promover la curación, o se puede utilizar un clavo para crear un amuleto de "magia simpática" (un amuleto que utiliza un objeto físico para representar a la persona afectada) para ayudar alguien se recupera de una enfermedad.