- Requiere prueba de que el acusado tenía la intención específica de cometer el delito y tomó medidas deliberadas para llevar a cabo esa intención.
- Se puede imputar tentativa aunque el delito no se consuma.
La conspiración es un acuerdo entre dos o más personas para cometer un delito.
- Requiere prueba de que los acusados llegaron a un acuerdo para cometer un delito y tomaron medidas para promover el acuerdo.
- Se puede acusar de conspiración incluso si el delito subyacente no se consuma.
Tanto la tentativa como la conspiración son delitos graves que pueden conllevar penas importantes, incluidas prisión y multas.