Los vampiros y sus reflejos siempre han tenido una relación complicada a lo largo de la historia de la literatura vampírica. Los vampiros que miran sus reflejos observarán rostros distorsionados o monstruosos en la tradición tradicional. Estas distorsiones pueden ser sutiles a veces pero obvias en otras, pero siempre implican que los reflejos pueden revelar cualidades vampíricas, incluidas la inmortalidad y la vulnerabilidad, así como las malas acciones cometidas. Sin embargo, según las convenciones contemporáneas, los vampiros parecen personas normales en los espejos, como cualquier otro mortal.