El nombre Cassandra a menudo se asocia con el concepto de traer mala suerte o desgracia. En la mitología griega, Casandra era una princesa troyana a quien el dios Apolo le concedió el don de profecía. Sin embargo, como castigo por su rechazo a sus insinuaciones, Apolo añadió una maldición a su regalo:sus profecías siempre serían ciertas, pero nadie las creería. Esto hizo que la vida de Cassandra fuera trágica, ya que tuvo que ser testigo de la caída de su propia ciudad y del sufrimiento de sus seres queridos, sabiendo que sus advertencias serían ignoradas.