En la tradición cristiana, hay una serie de pasajes que pueden interpretarse como apoyo o condena del uso de la magia. Por ejemplo, en el Antiguo Testamento, a los israelitas se les prohíbe practicar magia (Deuteronomio 18:10-12). Sin embargo, en el Nuevo Testamento se dice que Jesús realizó milagros, que podrían verse como una forma de magia.
También existe cierto debate sobre si la magia blanca es efectiva o no. Algunas personas creen que lo es, mientras que otras creen que es simplemente un efecto placebo. No hay evidencia científica que respalde ninguna de las afirmaciones.
En última instancia, la decisión de practicar o no magia blanca es personal. No hay una respuesta correcta o incorrecta y cada individuo debe decidir qué cree que es mejor.