Una teoría es que se remonta al antiguo Egipto, donde las escaleras se consideraban sagradas y sólo las usaban los faraones. Pasar debajo de una escalera se consideraba una falta de respeto y podía traer mala suerte a la persona que lo hacía.
Otra teoría es que la superstición se originó en la Europa medieval, donde los verdugos solían utilizar escaleras para colgar a los criminales. Pasar debajo de una escalera se consideraba una señal de que estaban a punto de ser ahorcados, por lo que se consideraba de mala suerte.
Cualesquiera que sean los orígenes de la superstición, todavía se mantiene ampliamente en la actualidad. En muchas culturas, se considera de mala suerte pasar debajo de una escalera y la gente suele hacer todo lo posible para evitarlo.
No existe evidencia científica que respalde la creencia de que pasar debajo de una escalera traiga mala suerte, pero es una superstición que muchas personas todavía se toman en serio.