* Genética: Algunos animales simplemente nacen con las patas extendidas. Esto es más común en determinadas razas de perros, como los bulldogs y los pugs.
* Lesión: Una pata extendida también puede deberse a una lesión, como un hueso roto o un ligamento desgarrado.
* Artritis: La artritis puede hacer que las articulaciones de los dedos de los pies se vuelvan rígidas y dolorosas, lo que puede provocar que se separen.
* Obesidad: La obesidad puede ejercer una presión adicional sobre las articulaciones de los dedos de los pies, lo que puede provocar que se separen.
Las patas extendidas pueden causar una serie de problemas a los animales, que incluyen:
* Dolor: Las patas extendidas pueden ser dolorosas, especialmente cuando el animal camina o corre.
* Dificultad para caminar: Las patas extendidas pueden dificultar que los animales caminen y corran normalmente.
* Mayor riesgo de lesiones: Las patas extendidas pueden aumentar el riesgo de lesiones, ya que es más probable que los dedos de los pies queden atrapados en objetos.
Si cree que su animal puede tener una pata extendida, es importante que consulte a un veterinario. Podrán diagnosticar la causa de la separación y recomendar el mejor tratamiento.