Respeto y Reverencia :Zeus exigía respeto y reverencia por parte de los humanos. Cualquier acto de arrogancia o arrogancia hacia él o hacia los demás dioses era severamente castigado. Se esperaba que los humanos mostraran el máximo respeto y humildad en su presencia.
Conducta adecuada y moralidad :Zeus esperaba que los humanos defendieran los valores morales y adoptaran un comportamiento ético. Condenó los actos de violencia, engaño e injusticia. Se esperaba que los humanos vivieran con rectitud y siguieran el código moral establecido por los dioses.
Hospitalidad :Zeus valoraba mucho la virtud de la hospitalidad. Esperaba que los humanos fueran acogedores y hospitalarios con los extraños, los viajeros y los invitados. No ofrecer hospitalidad se consideraba una ofensa grave y podía provocar su ira.
Cumplir el propio papel en la sociedad :Zeus esperaba que los humanos cumplieran con los roles y responsabilidades asignados en la sociedad. Esto incluía ser buenos padres, hijos obedientes, líderes responsables y miembros productivos de la comunidad. Cada individuo tenía un propósito específico y era responsable de sus acciones.
Gratitud por los dones divinos :Zeus creía que los humanos deberían estar agradecidos por los regalos que les otorgan los dioses, incluida la vida, la prosperidad y la buena fortuna. La ingratitud o dar por sentadas estas bendiciones podrían provocar su ira.
Evitar la hibris :Hybris, o orgullo y arrogancia excesivos, era una de las mayores ofensas a los ojos de Zeus. Buscó castigar a los humanos que desafiaron su autoridad o excedieron su estatus mortal designado al intentar alcanzar alturas divinas.
Honrar juramentos y promesas :Zeus esperaba que los humanos cumplieran sus juramentos y promesas, ya que él mismo estaba obligado por sus votos. Romper juramentos solemnes se consideraba una transgresión grave e invitaba a la retribución divina.
Respetando el destino :Zeus creía en el poder del destino y el destino, y esperaba que los humanos aceptaran su camino predeterminado. Intentar alterar el destino de uno o desafiar la voluntad de los dioses se consideraba inútil y tenía consecuencias.