Los movimientos del pez están controlados por un imán oculto que está adherido a su base. Cuando una persona coloca su mano cerca del recipiente, el imán interactúa con el metal que tiene en la mano, lo que hace que el pez se mueva. Luego, el movimiento del pez se utiliza para seleccionar una carta de la fortuna del contenedor.
El pez adivino no es más que una novedad y no tiene ninguna capacidad real para predecir el futuro. El movimiento del pez está determinado por la interacción entre el imán y la mano de la persona, no por fuerzas sobrenaturales.
Es importante recordar que la adivinación no es una práctica científica y no existe evidencia creíble que respalde la idea de que realmente funcione. Si bien algunas personas pueden encontrar valor de entretenimiento en el adivino del pez, es esencial abordarlo con el entendimiento de que es puramente por diversión y no tomar sus predicciones demasiado en serio.