Los vampiros no temen al agua bendita. La idea de que el agua bendita daña a los vampiros es un error común en la cultura popular, popularizado por obras de ficción como "Drácula" de Bram Stoker. En el folclore, los vampiros suelen asociarse con símbolos religiosos y supersticiones, pero la reacción específica al agua bendita varía según las diferentes interpretaciones culturales y obras de ficción.