19 de agosto - 12 de septiembre de 1612 - Las brujas acusadas fueron sometidas a exámenes e interrogatorios y confesaron diversos actos de brujería, incluidos daños al ganado y enfermedades a los seres humanos.
12 de septiembre - 2 de enero de 1613 - Dos de los acusados, Jennet Device y Alizon Device, se retractaron de sus confesiones y posteriormente fueron puestos en libertad. Las nueve personas restantes fueron enviadas a la cárcel de Lancaster en espera de juicio.
27 de febrero - 19 de marzo de 1613 - Las nueve brujas acusadas fueron juzgadas en el Lancaster Assizes por el delito de brujería. Fueron declarados culpables basándose en las pruebas presentadas en su contra y condenados a muerte.
20 de marzo de 1613 - Las nueve brujas condenadas fueron ejecutadas en la horca en Gallows Hill en Lancaster. Fueron las últimas personas en Inglaterra ejecutadas por brujería.
Las Brujas Pendle fueron víctimas de una superstición generalizada que existía en la Inglaterra de principios del siglo XVII, donde la creencia pública en la posibilidad de la brujería y el poder de las brujas para dañar a otros estaba profundamente arraigada en la sociedad. Las brujas acusadas eran a menudo miembros marginados o vulnerables de la comunidad, y sus confesiones y convicciones pueden atribuirse a una combinación de factores que incluyen el miedo, la ignorancia y la histeria social.