A Seward, debido a su formación científica y racional, le resulta difícil aceptar la noción de vampiros y fuerzas sobrenaturales. Sin embargo, al presenciar el deterioro de la condición de Lucy, se vuelve más abierto a considerar la teoría de Van Helsing.
Comienza a observar a Lucy de cerca en busca de signos que confirmen la hipótesis de Van Helsing, como su aversión al ajo y los símbolos religiosos. Inicialmente, Seward lucha por reconciliar las explicaciones científicas que recibió durante su formación médica con la realidad que tiene ante él, pero a medida que emerge más evidencia, se convence cada vez más de que la teoría de Van Helsing puede ser correcta.