En años más recientes, el término "vampiro de ideas" se ha utilizado para describir a personas a las que constantemente se les ocurren nuevas ideas pero que nunca parecen llevarlas a cabo. Puede resultar frustrante trabajar con estas personas, ya que a menudo hacen perder el tiempo y la energía de los demás.
Los vampiros de ideas también se pueden encontrar en el lugar de trabajo, donde pueden atribuirse el mérito de las ideas de otros o simplemente agotar la energía de un equipo al proponer constantemente nuevas ideas que nunca llegan a ninguna parte.
Uno de los ejemplos más conocidos de ideas vampíricas es Thomas Edison. Edison fue un inventor prolífico, pero también era conocido por su costumbre de atribuirse el mérito de las ideas de los demás. Por ejemplo, se le atribuye ampliamente la invención de la bombilla, pero en realidad fue inventada por Joseph Swan.
Los vampiros de ideas pueden ser perjudiciales para las organizaciones, ya que pueden sofocar la creatividad y la innovación. También pueden crear un ambiente de trabajo tóxico, ya que pueden dificultar que otros se sientan valorados y respetados.
Si estás trabajando con un vampiro ideal, hay algunas cosas que puedes hacer para protegerte. Primero, tenga en cuenta sus tácticas. Los vampiros idea a menudo tratan de conquistar tu simpatía, así que mantente en guardia. En segundo lugar, no tengas miedo de decir que no. Si no tiene el tiempo o la energía para ayudarlos con su último proyecto, no tema decirlo. En tercer lugar, documente su trabajo. Esto le ayudará a proteger sus ideas y obtener crédito por sus contribuciones.