- Creencias religiosas: El miedo a la brujería y la creencia en el poder del diablo estuvieron muy extendidos durante la Edad Media y principios de la Edad Moderna. Mucha gente creía que las brujas podían dañar a otros mediante el uso de magia o haciendo pactos con el diablo.
- Tensiones sociales: La caza de brujas se utilizaba a menudo como una forma de atacar a los miembros marginados de la sociedad, como las mujeres, los pobres y los ancianos. A menudo se consideraba que estos grupos tenían más probabilidades de dedicarse a la brujería.
- Luchas políticas: En ocasiones, la caza de brujas se utilizaba como una forma de reprimir la disidencia política o de obtener control sobre un grupo particular de personas. Al acusar a alguien de brujería, era posible arrestarlo, encarcelarlo o incluso ejecutarlo.
Es importante señalar que la caza de brujas no se limitó a Europa. Ocurrieron en muchas otras partes del mundo, incluidas África, Asia y América.