Los relatos de los testigos presenciales no son fiables. Mucha gente ha afirmado haber visto Pie Grande, pero estos relatos suelen ser inconsistentes y poco fiables. Algunas personas incluso han admitido haber falsificado sus avistamientos.
La evidencia física no es concluyente. Las pocas pruebas físicas que se han atribuido a Bigfoot, como huellas y muestras de cabello, no han sido concluyentes. Estas muestras podrían fácilmente haber sido de otros animales, como osos o ciervos.
La falta de evidencia científica. A pesar de que los científicos han estado estudiando la posibilidad de Bigfoot durante más de un siglo, nunca se ha encontrado ninguna evidencia científica que respalde su existencia.
Conclusión
La abrumadora falta de evidencia sugiere fuertemente que Pie Grande no existe. Si bien es posible que Pie Grande todavía esté ahí fuera, la evidencia que respalda su existencia es extremadamente débil.