* Sin brújula moral: Los gatos carecen de las complejas habilidades cognitivas y el marco moral que poseen los humanos. No tienen el concepto de lo correcto y lo incorrecto, bueno o malvado.
* Enfoque sensorial: Los gatos confían principalmente en sus sentidos, particularmente el olor y la vista, para navegar por el mundo. Pueden reaccionar ante el lenguaje corporal, el aroma o el tono vocal de una persona, pero estos no son indicadores de "maldad" en un humano.
* Respuestas de comportamiento: Si un gato parece evitar a una persona en particular, es más probable debido a su comportamiento o aroma. Por ejemplo, una persona que se mueve abruptamente, hace ruidos fuertes o huele fuertemente a algo desagradable podría hacer que un gato se sienta incómodo.
* Preferencias individuales: Los gatos tienen personalidades distintas. Algunos son naturalmente más cautelosos o cautelosos que otros. La reacción de un gato a una persona está influenciada por su temperamento individual y experiencias previas.
Es importante recordar: Atribuir el comportamiento de un gato a la naturaleza "malvada" de un ser humano es la antropomorfización, que asigna cualidades humanas a los animales. Si bien podemos interpretar la evitación de un gato como un signo de discernimiento "mal", es más probable que sea el resultado de sus reacciones instintivas a su entorno.
En lugar de tratar de entender si los gatos pueden "sentir el mal", concéntrese en respetar su individualidad y comprender sus comportamientos naturales.