No hay evidencia científica que sugiera que los demonios puedan existir, y mucho menos entrar en los sueños. Los sueños son producto de la mente subconsciente del cerebro y, a menudo, están influenciados por nuestros pensamientos, sentimientos y experiencias durante el día. Los sueños también pueden verse influenciados por nuestras creencias y supersticiones culturales, que pueden incluir creencias sobre demonios.