No hay una respuesta definitiva sobre cuándo se inventó el vampiro, ya que el concepto de criaturas chupadoras de sangre ha existido en varias culturas a lo largo de la historia. Sin embargo, el concepto moderno del vampiro como una criatura seductora y aristocrática de la noche se remonta a la literatura gótica del siglo XVIII, particularmente a la novela corta de John Polidori de 1819 "El vampiro" y, la más famosa, a la novela "Drácula" de Bram Stoker de 1897. La novela de Polidori introdujo la figura icónica de Lord Ruthven, un vampiro encantador y aristocrático que se alimenta de mujeres jóvenes, mientras que "Drácula" de Stoker popularizó el personaje del Conde Drácula, un noble no muerto de Transilvania que también se alimenta de sangre humana. Estas obras literarias ayudaron a dar forma a la perdurable figura del vampiro que todavía prevalece en la cultura popular actual.