Los vampiros son criaturas mitológicas y no existen en la realidad, por lo que no existen detalles científicos o fácticos sobre su comportamiento o hábitos alimentarios. En el folclore y la cultura popular, los vampiros a menudo se asocian con la oscuridad y la noche, pero esto es solo parte de su representación ficticia y puede variar según el mito o la historia específica.