Comer ciertos alimentos:
Se cree que ciertos alimentos afectan la fertilidad. Por ejemplo, algunas culturas consideran que la papaya, la piña y la granada mejoran la fertilidad, mientras que otras creen que los alimentos fríos como los pepinos y la lechuga son perjudiciales para la concepción.
Evitar ciertas actividades:
Algunas supersticiones desaconsejan actividades específicas que supuestamente pueden obstaculizar la fertilidad. Estas actividades pueden variar desde cruzar las piernas mientras está sentado hasta cargar objetos pesados.
Momento de las relaciones sexuales:
Las supersticiones sobre el momento de las relaciones sexuales son comunes. Algunas culturas creen que la concepción es más probable durante momentos específicos del día o determinadas fases de la luna.
Dijes y Amuletos:
El uso de amuletos, amuletos o talismanes es una superstición frecuente para promover la fertilidad. Estos objetos suelen usarse o transportarse para supuestamente aumentar las posibilidades de concepción.
Remedios Populares y Rituales:
Se cree que varios remedios y rituales populares mejoran la fertilidad. Estos pueden implicar beber brebajes de hierbas, realizar rituales específicos durante la concepción o consultar a curanderos espirituales o chamanes.
Orden de nacimiento:
Algunas culturas creen que el orden de nacimiento influye en la fertilidad. Por ejemplo, algunas supersticiones sugieren que las mujeres nacidas en determinados días o en determinados órdenes de nacimiento son más fértiles.
Factores ambientales:
A veces se cree que ciertos lugares, como ciertas masas de agua o ubicaciones geográficas, tienen un impacto en la fertilidad. Algunas personas creen que bañarse o beber agua de cuerpos de agua específicos puede mejorar la concepción.
Astrología y signos del zodíaco:
La astrología juega un papel en algunas supersticiones relacionadas con la fertilidad. Se cree que la alineación de las estrellas, los signos del zodíaco y las posiciones planetarias influyen en la fertilidad.
Mal de ojo y maldiciones:
Las supersticiones en torno a la infertilidad a menudo implican el concepto de mal de ojo o maldiciones. Se cree que ciertos individuos pueden poseer la capacidad de lanzar hechizos o maldiciones que dificultan la concepción.
Es importante señalar que estas supersticiones carecen de base científica y la infertilidad debe abordarse consultando a profesionales médicos que utilicen tratamientos basados en evidencia.