Los viajes astrales han sido objeto de fascinación y exploración durante siglos, con referencias y descripciones encontradas en textos antiguos y tradiciones espirituales de todo el mundo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los viajes astrales no están científicamente probados y el concepto sigue siendo una cuestión de creencia, especulación y exploración espiritual para las personas que participan en estas prácticas.
Quienes buscan experimentar un viaje astral emplean diferentes técnicas, visualizaciones, meditaciones y prácticas. Algunas personas informan que pueden lograr la proyección astral conscientemente mediante meditación dedicada o ejercicios específicos. Otros creen que puede ocurrir espontáneamente durante experiencias cercanas a la muerte, sueño profundo o estados alterados de conciencia.
Si bien existe un rico trasfondo histórico y cultural en torno a los viajes astrales, falta evidencia científica o consenso sobre su ocurrencia. Las experiencias descritas por personas que realizan viajes astrales pueden ser subjetivas, variadas y difíciles de verificar empíricamente. Como resultado, los viajes astrales se clasifican dentro del ámbito de creencias paranormales o marginales en lugar del conocimiento científico establecido.