Durante una experiencia extracorporal, una persona siente como si hubiera abandonado su cuerpo físico y pudiera moverse y observar su entorno desde una perspectiva diferente. Esto puede incluir la capacidad de volar o flotar en el aire. Si bien los sueños también pueden implicar volar o flotar, no se consideran experiencias extracorporales porque no van acompañados de la misma sensación de desapego del cuerpo físico. Los sueños son simplemente el producto de la actividad del cerebro durante el sueño y no implican ningún movimiento o separación real del cuerpo.