Temperaturas frías: El lago Ness es un lago de agua dulce frío y profundo. La temperatura del agua puede ser tan baja como 4 grados Celsius (39 grados Fahrenheit) incluso durante los meses de verano, lo que hace que sea peligroso nadar durante mucho tiempo.
Corrientes fuertes: El lago Ness es conocido por tener fuertes corrientes, especialmente en determinadas zonas. Estas corrientes pueden ser impredecibles y difíciles de gestionar, incluso para nadadores experimentados.
Cambios climáticos repentinos: El clima en las Tierras Altas de Escocia puede ser impredecible y el lago Ness no es una excepción. Los cambios repentinos en las condiciones climáticas, incluidas tormentas y vientos fuertes, pueden crear condiciones peligrosas para nadar.
Falta de socorristas: No hay salvavidas estacionados en el lago Ness, por lo que los nadadores son responsables de su seguridad.
Monstruo del Lago Ness: Si bien la existencia del monstruo del Lago Ness no está probada, mucha gente cree en la leyenda, lo que añade un elemento de miedo y precaución para los nadadores.
Sin embargo, vale la pena señalar que algunos eventos de natación organizados, como el maratón de natación del lago Ness, se llevan a cabo en el lago en condiciones controladas y con medidas de seguridad implementadas.