No siempre. El grosor del endometrio por sí solo no puede indicar definitivamente la presencia de cáncer. Es necesario considerar varios otros factores, como el historial médico, el ciclo menstrual y las influencias hormonales. Si bien un endometrio engrosado (comúnmente definido como 10 mm o más en el estado posmenopáusico o fuera del rango esperado para el ciclo menstrual) puede generar sospechas, no siempre es una indicación directa de cáncer. Una evaluación integral, que incluya pruebas de imagen, biopsias y evaluación de síntomas específicos, es crucial para determinar la causa y el tratamiento adecuado. Por lo tanto, se recomienda consultar a un proveedor de atención médica para una evaluación y diagnóstico adecuados.