1. Origen: Las creencias supersticiosas a menudo se originan en folclore cultural, tradiciones o experiencias personales que no se basan en evidencia empírica. Pueden transmitirse de generación en generación y, a menudo, están profundamente arraigados en las prácticas culturales.
2. Falta de pruebas: Las creencias supersticiosas no tienen respaldo científico ni evidencia empírica que las respalde. Se basan en percepciones subjetivas, coincidencias o interpretaciones individuales de los acontecimientos más que en observaciones y experimentaciones sistemáticas.
3. Sesgo de confirmación: Las personas que tienen creencias supersticiosas tienden a buscar y recordar casos que confirmen sus creencias, ignorando la evidencia que las contradice. El sesgo de confirmación impide la evaluación crítica y perpetúa el pensamiento supersticioso.
4. Razonamiento ilógico: Las creencias supersticiosas a menudo implican conexiones ilógicas o irracionales entre eventos. Por ejemplo, creer que romper un espejo traerá mala suerte no tiene explicación lógica y no se basa en ninguna relación de causa y efecto.
5. Apelación emocional: Las supersticiones pueden apelar a nuestra necesidad emocional de control, consuelo y explicación en situaciones inciertas. Ofrecen una sensación de previsibilidad y tranquilidad, aunque carecen de validez científica.
Creencias científicas:
1. Evidencia empírica: Las creencias científicas se basan en evidencia empírica obtenida mediante observación, experimentación y recopilación de datos sistemáticas. Los científicos recopilan y analizan datos utilizando métodos estandarizados para garantizar la confiabilidad y validez.
2. Objetividad: Las creencias científicas son objetivas, lo que significa que no están influenciadas por prejuicios personales o interpretaciones subjetivas. Los científicos se esfuerzan por eliminar los prejuicios y las emociones de sus observaciones y conclusiones para garantizar la precisión y la objetividad.
3. Razonamiento lógico: Las creencias científicas se basan en el razonamiento lógico, las relaciones de causa y efecto y la lógica deductiva o inductiva. Siguen un proceso sistemático de formación, prueba y análisis de hipótesis para llegar a conclusiones.
4. Repetibilidad: Los hallazgos científicos pueden ser replicados y verificados por investigadores independientes. El objetivo de la ciencia es establecer conocimientos generalizables que puedan replicarse y respaldarse con múltiples líneas de evidencia.
5. Carácter Provisional: El conocimiento científico es provisional, lo que significa que siempre está abierto a revisión en función de nueva evidencia y avances en la comprensión. La ciencia progresa probando, refinando y actualizando constantemente nuestra comprensión del mundo natural.
6. Poder predictivo: Las creencias científicas tienen poder predictivo, lo que nos permite hacer predicciones y explicaciones precisas sobre los fenómenos naturales. Este poder predictivo se basa en la comprensión de las relaciones de causa y efecto y el desarrollo de modelos y teorías que puedan probarse y verificarse.