Los nativos de Sagitario, al igual que su signo zodiacal, tienen un carácter vibrante, que obviamente está ligado a la doble personalidad del Arquero. Los Sagitario son extrovertidos, alegres y extrovertidos que atraen admiración y admiración de todos los que entran en contacto con ellos. Las personas de Sagitario son fieles, inteligentes, enérgicas y comprensivas. Son únicos, dotados y sabios más allá de su edad. Debido a su combinación de independencia, conocimiento y sensibilidad, son un rasgo de carácter maravilloso y amoroso. La libertad es uno de los atributos más evidentes de un Sagitario. Más que cualquier otro signo, los residentes de Sagitario tienen un profundo sentimiento de individualidad. Por encima de todas las cosas, Sagitario aprecia la libertad y la oportunidad de hacer lo que desea, cuando lo desea. Son audaces, exploradores y aficionados comerciales y deportivos. Los nativos de Sagitario se destacan por sus habilidades interpersonales, lo que ayuda en la interacción social. Esto demuestra que los nacidos bajo el signo de Sagitario se encuentran entre las personas más imaginativas del mundo. Cuando se trata de forjar su camino personal, los nativos de Sagitario no tienen miedo de correr ese riesgo.
También pueden rebelarse contra aquellos en puestos de control, lo que puede generar conflictos profesionales. Además, si bien los nativos de Sagitario son increíbles miembros de grupo, su actitud autónoma puede dificultarles llegar a un acuerdo. Un Sagitario tiende a sobrevalorar su inteligencia debido a su propensión a la reflexión y al análisis riguroso y, como resultado, puede parecer engreído. El ego es un efecto secundario común del egoísmo, y los Sagitario son propensos a ello. Si bien rara vez interfiere con su empleo, corre el peligro de alienar a amigos y familiares lejanos. Los Sagitario son plenamente conscientes de su inteligencia y seguridad en sí mismos. Uno de los numerosos resultados potenciales de dicho conocimiento. Los Sagitario son propensos a olvidar considerar antes de hablar, lo que puede conducir a situaciones incómodas en el mejor de los casos y relaciones en el peor. También están listos para emitir juicios, y se vuelven muy conscientes de los gestos de las personas durante los encuentros iniciales. Sin embargo, debido a que las primeras percepciones no siempre son correctas, se puede formar una animosidad injustificable antes de una segunda reunión. Cometen el error de creerse indestructibles y/o impenetrables, lo que les mete en problemas y frecuentemente destruye relaciones con quienes tratan de impedirlos.