El estudio de las estrellas, los cuerpos celestes y sus patrones se utilizó para hacer predicciones sobre acontecimientos en la Tierra, incluido el destino de los individuos, los resultados de las guerras y el ascenso y caída de las civilizaciones.
Los astrólogos observaron las posiciones, movimientos y relaciones entre los cuerpos celestes para discernir significados ocultos y predecir sucesos futuros.
La astrología mesopotámica estaba intrincadamente entrelazada con creencias religiosas y culturales, y los cuerpos celestes se consideraban entidades divinas que podían influir en los asuntos humanos.
La creencia era que estos cuerpos celestes contenían claves para comprender la voluntad divina y desbloquear los misterios del universo, lo que permitía a los astrólogos hacer predicciones e interpretaciones sobre diversos aspectos de la vida y el cosmos.