En un sentido más amplio, la magia puede abarcar prácticas como la adivinación, la alquimia, la brujería y el chamanismo. Estas prácticas a menudo implican la creencia de que los individuos pueden manipular o influir en el mundo natural o en fuerzas de otro mundo a través de acciones, símbolos o rituales específicos.
La magia también puede referirse al arte de la ilusión y la representación escénica, donde los magos realizan trucos y crean ilusiones con fines de entretenimiento. Estos trucos pueden implicar juegos de manos, desvíos y otras técnicas para crear la apariencia de habilidades sobrenaturales.
En la ficción, la literatura y la cultura popular, la magia se asocia comúnmente con mundos de fantasía y fenómenos sobrenaturales. Los elementos mágicos pueden incluir magos, brujas, hechizos, objetos encantados y otros conceptos fantásticos que están más allá del ámbito de la explicación científica o racional.
Es importante señalar que el concepto de magia y sus prácticas han sido objeto de debate, escepticismo y crítica a lo largo de la historia. Mientras que algunos creen en la existencia de poderes sobrenaturales genuinos, otros ven la magia como una forma de superstición, engaño o entretenimiento.