Creo… que podemos aprender a dejar pasar “muchas cosas”. Yo creo… que podemos aprender a ser “lentos para hablar y rápidos para escuchar”. Nuestras mentes pueden aprender a confiar en nuestro corazón y nuestro corazón puede ser el medio por el cual pensamos y hablamos. Y cuando hacemos esto, naturalmente se nos recuerda que…. “Dios es amor, y el amor de Dios es inteligente y real y está absolutamente dispuesto a corresponder”. Sólo tenemos que saber cómo hablar realmente y cómo escuchar realmente. Cada vez que miro a mi banda, también trato de orar:“Ayúdame con esto. Enséñame cómo hacer esto. Enséñame a escuchar tu voz. Enséñame a tener alma. Enséñame a percibir. Enséñame a hablar. 🙂
¿Quieres uno? ¡Son gratis! Te enviaré uno. Todo lo que tiene que hacer es enviarme un correo electrónico con su dirección postal (¡y no, no recibirá nada más de mí en el correo en el futuro!). Correo electrónico:[email protected]