* En estas horas finales del ciclo lunar, la luz reflejada se pierde
* El mundo exhala, se suaviza, se aquieta
* Y la muerte se posa sobre el invierno por última vez
* También nos acercamos al final de la mitad oscura del año solar. En la próxima semana, cruzaremos a la Primavera zodiacal.
* Las transiciones son difíciles. Somos naturalmente criaturas de hábito porque cada uno de nosotros somos espíritus/almas eternos, no nacidos e inmortales. A medida que atravesamos este mundo de flujo y cambio, buscamos constantemente refugio de las tormentas de la vida en el mundo material. De hecho, todo nuestro mundo humano está diseñado para ayudarnos a protegernos de las dificultades de los cambios y la impermanencia de la naturaleza. El problema es que no nos sentimos felices con un simple refugio de los elementos. En términos generales, una vez satisfechas nuestras necesidades materiales básicas, todavía nos sentimos insatisfechos. Y así vamos construyendo cosas que esperamos nos den cobijo y felicidad. El problema es que cualquier cosa que construyamos eventualmente se romperá o se desmoronará, y cuando lo hace, tendemos a perder el sentido de la felicidad o la comodidad que hemos obtenido de cualquier refugio temporal que hayamos construido para nosotros mismos. Las transiciones son inevitables y las transiciones son difíciles.
* Durante los tiempos de transición, si permanecemos ignorantes acerca de la impermanencia básica de las cosas, se vuelve tentador tratar de culpar o enfurecernos contra los cambios que ocurren a nuestro alrededor. Si nos mantenemos conscientes de la naturaleza impermanente de las cosas, entonces, cuando se produzcan los cambios inevitables del mundo material, las transiciones se volverán más fáciles.
* Una gran transición que todos enfrentamos es la muerte material.
* Pero si observamos con atención este ir y venir, empezamos a notar que a pesar de todo lo que viene y va, hay algo simple e intocable que permanece. La realización de nosotros mismos como eternamente conscientes, espíritus/almas emerge, amaneciendo sobre nosotros como los primeros rayos de la primavera.
* Esta no es la Primavera que lleva al Otoño. Esta es la fuente inagotable de la primavera espiritual, más allá de la luz literal y la oscuridad literal, pero también dentro de la primavera literal y la caída literal.
* Una gran cosa que todos compartimos es la vida eterna y espiritual.
* Entonces, ¿cómo vivimos en este mundo de arenas movedizas sin perdernos en cada nueva transición? ¿Cómo no terminamos sintiéndonos completamente derrotados, constantemente? Por ejemplo, a menudo las personas publican en respuesta a los pronósticos astrológicos diarios o mensuales, diciendo:"Siento que ya he pasado por mucho, ¿y me estás diciendo que hay más por venir?" Sí. Porque así son las cosas aquí. Las olas siguen llegando. ¡Gracias a Dios que al menos son algo predecibles!
* La razón por la que hacemos astrología es para ayudarnos a comprender la naturaleza de estas arenas movedizas, estas transiciones y cambios constantes, específicamente para que podamos evitar perdernos en ellos y específicamente para que podemos comenzar a identificar los tipos de refugios espirituales en este mundo material que duran más, específicamente porque reflejan nuestra verdadera naturaleza espiritual.
* Es un buen momento astrológico para recordar todo esto porque, mientras que los períodos de transición estacional pueden recordarnos la realidad de la impermanencia, los comienzos estacionales suelen tentarnos a olvidarla.
* Entonces, en estos últimos días de invierno, asegurémonos de tomarnos un tiempo del ajetreo y el flujo de este espacio liminal para reconocer lo eterno entre nosotros.
Oración:Que podamos sentir la bendición y encontrar la luz dentro de cada estación. Que cada cambio pronuncie tu nombre, como nos revela nuestras almas, cuyos labios cantan siempre en tu servicio siempre amoroso.