Mercurio retrógrado y Marte en el signo del León…
Oraciones:
* Que veamos el corazón eterno en el corazón que duele, en el corazón que sufre. Que podamos ver el corazón intacto, no nacido e inmortal.
* Que veamos el eterno sí, la eterna esperanza, el eterno canto, la eterna promesa, la eterna noche hecha visible por las eternas estrellas.
* Que aprendamos a ver cada desgracia como la oportunidad de un “sí” más radical, más profundo, más profundo, más raro.
* Que tengamos los ojos de los poetas, el corazón de los santos, los oídos de los ángeles cantores, los labios de alabanza, el toque de la bondad.
* Atraviesen nuestros corazones con las flechas de la fe ciega y absoluta.
* Haga que nuestra lealtad y devoción mutua sean nucleares. Abre nuestros miedos, abre nuestras dudas, saca de nuestra sangre las vacilaciones y cocina el metal precioso del aleluya.
* Haz de nuestras mentes siervas, conductos, vasijas, de santa luz y santa verdad. Quita todas las púas de celos, envidia, amargura y odio, y haz que nuestras mentes sean como los lotos blancos de la luna, flotando pero nunca mojados, pensando en tu amor pero contentos de esperar tu toque.
* Enséñanos a caminar contigo, como parteras de la muerte, contentos con la impermanencia, memoriales vivientes de los que no mueren y los que no nacen. Enséñanos a vestir el negro que brilla con tantos hornos blancos y suaves.
* Defrauda todas nuestras necesidades hasta que solo te necesitemos a ti.
* Toma nuestro legado y quema sus páginas, si tan solo ofrece una pequeña fragancia de nuestro amor.
* Haznos mártires de todas y cada una de las experiencias, muriendo, anhelando, viviendo por la palabra sagrada más allá de las acciones y los resultados, más allá del libre albedrío.
* Da alimento al hambriento, esperanza a los desesperados, bendice nuestra tierra, cobija a los necesitados, canta a los necesitados de fe, y consuela a los que están solos.
* Muéstranos la inmensidad de la vida, de la creación, del amor y la vida y el peligro y el horror, y luego visítanos como amigo, padre o madre, hijo o hija, un maestro o un enemigo.
Esperaremos, y esperaremos, y esperaremos hasta que seamos sinceros, y sinceros nuevamente. Puedes hacer lo que quieras, y practicaremos tu mantra siempre amoroso:Sí. y si. y si. Amén.