¡La Luna está al final de Escorpio esta mañana, y Jesús anda suelto!
¡Felices Pascuas!
Sentado en la pequeña iglesia metodista unida calle arriba de mi casa esta mañana, recordé las asociaciones astrológicas más simples entre mis raíces cristianas y mi profesión actual.
* La Pascua ocurre en el equinoccio de primavera, la entrada en la mitad clara del año
* El domingo es el día del sol, y celebramos el final de una semana y el comienzo de otra, un tema que hace eco de la historia de la resurrección de Pascua
* Jesús es el “Sol” de Dios, y tal como lo leo, la historia del Evangelio se trata de vivir nuestras vidas de acuerdo con las enseñanzas más simples de Jesús:amor por nuestro creador y amor mutuo
* No hay nada en este simple mensaje solar, que irradia calidez, bondad y amor, que apoye la guerra, la competencia o la dominación en nombre de Dios o la religión
* El mensaje redentor de la Pascua es el del renacimiento…las vibraciones vivas de la divinidad nos libran de las frías tumbas de la vida:el miedo, la angustia, el sufrimiento, el odio y la división
A veces la gente me pregunta si todavía soy cristiano. Recuerdo una historia que escuché de un buen amigo hace varios años. Había una vez un hombre occidental/cristiano que era muy devoto de Dios pero que estaba disgustado con la Iglesia y toda la hipocresía. Estaba avergonzado de estar asociado con eso. Así que comenzó a estudiar budismo y finalmente decidió que quería convertirse en sacerdote zen. Habló con uno de sus maestros al respecto y su maestro le preguntó sobre sus motivaciones. Explicó su camino de fe desde su infancia en la iglesia cristiana, su desilusión y su eventual partida. Para sorpresa del hombre, su maestro dijo:“Necesitas volver a tus raíces y debes ser el mejor ministro cristiano que puedas ser. Entonces serás un sacerdote zen”. Si esta historia es cierta o no, siempre se me quedó grabada. Es probablemente el mejor tipo de respuesta que podría dar a mi posición con respecto a mi fe cristiana, que sigue siendo muy importante para mí, aunque se ha convertido en algo muy diferente, tanto teológica como prácticamente.
Cuando salía de la iglesia esta mañana, con la bendición familiar y la música de órgano detrás de mí, recordé cuán profunda y plenamente vive la tradición cristiana en mi corazón. Ahora lo resumiría de otra manera, como astrólogo que ha viajado a muchos reinos diferentes de conciencia, diría:el día del Sol todavía vive en el centro de mi vida, y Jesucristo es tanto el arquetipo celestial como el maestro sagrado más cercano a mi. corazón.
Oración:Que el día del Sol traiga sanación, renovación y avivamiento especiales a nuestras vidas. Cristo ha resucitado. ¡Ciertamente ha resucitado!