Pero antes de averiguar de dónde procedía el ruido, lo único en lo que podía pensar era en Neptuno/Mercurio y la idea de que un espíritu había provocado la caída del telón. Algo del más allá…
Pero antes de que me despertara la caída del telón, una caída literal de un velo literal, estaba soñando lúcidamente con los ojos de mi hija. Cada noche, antes de acostarme, me mira a los ojos durante mucho tiempo. Luego se alimenta un poco... gira la cabeza hacia mamá... y luego gira la cabeza hacia atrás para mirarme de nuevo. La veo viéndome y me veo en ella como ella me ve. Es una de las experiencias más silenciosas y sagradas que he tenido. En mi sueño preguntaba qué hay dentro o detrás del velo de sus ojos. ¿Qué vemos cada uno dentro o más allá de los ojos de los demás cuando miramos con tanta atención?
Luego me desperté y fui a buscar un espíritu de Mercurio/Neptuno cuando en realidad era la misma barra de tensión que se estaba cayendo de nuevo. Una simple cortina que cae al suelo simple. Sin espíritu. Esa varilla siempre parece deslizarse cuando la temperatura cambia drásticamente.
Cuando me volví a acostar tuve un momento de claridad... como si viera a través y por medio de una luz tranquila... no hay nada detrás o dentro. No hay espíritu o fantasma en la máquina. Simplemente el espíritu por medio del cual la luz se maravilla ante las luces.
Ahora no puedo dormir... o más bien estoy medio despierto... pero me siento visto... realmente visto... como por un millón de pequeñas luces... y me imagino que Mercurio y Neptuno en Piscis también se miran a los ojos medio despiertos y medio dormidos... nunca faltando nada más allá o dentro del otro.