Con Neptuno y Saturno en estrecha cuadratura entre sí y Marte provocando la cuadratura de Plutón/Urano, un tema que me viene a la mente, uno que ha sido parte de mis oraciones últimamente, tiene que ver con los roles antiguos de los sacerdotes dentro de una comunidad. La semana pasada fui a una misa católica porque me di cuenta de que nunca antes había ido a una, al menos no desde que visité a mi abuela cuando era niño.
Fui al servicio y, aunque me miraron con recelo, en su mayor parte todos me dieron la bienvenida. Apenas podía recordar ninguna de las oraciones (sabía algunas), y había más de pie y sentado alternativamente que en las iglesias protestantes en las que crecí. De todos modos, era agradable estar entre los bancos y las vidrieras, los iconos e imágenes, los himnarios y el órgano y el coro. En cuanto a la estética, la experiencia me llenó de algo hermoso, misterioso y bueno.
Luego, el sacerdote dio su mensaje, y fue sobre el asombro y la majestad de "estar ante el Señor en su verdadera naturaleza". Hizo todo lo posible para describir ideas e imágenes abrumadoramente grandes sobre nuestro universo en comparación con el tamaño de nuestra tierra, y cada vez que terminaba una descripción cósmica extensa, decía:"¿Cuánto más grande será Dios cuando estemos frente a él?" Esencialmente, al final, su mensaje fue:"Recordemos esta inmensidad todos los días para que no nos derribe el día del juicio". La última parte fue exagerada para mi gusto, pero aprecié escuchar a alguien hablar sobre el gran tamaño y la escala de las cosas.
Después, sentado en casa, y durante varios días desde entonces, aunque no tengo ningún interés en el ministerio, me sentí triste porque los roles “sacerdotales” que tantas personas que conozco están asumiendo en su vida cotidiana no son tan reconocidos, respetados o apoyados en nuestro mundo. A menos que esté siendo apoyado por una institución grande como una iglesia o caridad, un programa gubernamental, etc., es muy difícil seguir un llamado sacerdotal personal. Pienso en acupunturistas, masajistas, profesores de yoga, astrólogos y herbolarios, y veo una multitud de mis compañeros “clérigos”. Veo las vestiduras de sacrificio y veo vidas de profunda devoción. Veo varias escrituras sagradas practicadas o recitadas a diario, y veo mucho sacrificio y servicio a los demás y, sin embargo, veo un camino tremendamente más doloroso y confuso para ser básicamente apoyado en estos llamamientos.
Por ejemplo, veo una cantidad mucho mayor de estigma social en torno a estos roles, y veo la lucha por ganarse la vida en el mundo, o por ser tomado en serio por amigos e incluso familia. Veo la lucha por saber la forma correcta de ganar dinero o promocionarnos a través de estos oficios, y veo que se nos aplican estándares más duros injustamente sin el reconocimiento de que, en muchos sentidos, estamos "solos".
Veo esto como una dinámica de Saturno/Neptuno, pero también siento que algo así como lo contrario está ocurriendo en el mundo de la política en este momento. Parece como si los políticos, como funcionarios públicos, se estuvieran beneficiando demasiado del tipo equivocado de personas o de formas equivocadas. La mayoría de nosotros ya no vemos ni sentimos el papel político como el papel de un servidor público para el pueblo, sino más bien como embajadores secretos de las grandes corporaciones, la codicia y el complejo industrial-militar.
La indignación mundial contra esto parece evidente tanto en el surgimiento de la ideología terrorista/fundamentalista apuntada al mundo civilizado occidental como en la gente común DEL mundo occidental que se vuelve loca en público. Es como si ya no pudiéramos confiar en que el dominio público es un lugar seguro y protegido, y eso tiene mucho que ver con la idea de que los servidores públicos ya no son realmente servidores públicos. Y en un sentido más amplio, me pregunto si esto no tiene que ver con un problema sistémico aún más sutil... no apoyamos lo suficiente a los tipos correctos de servicios públicos o servidores públicos.
Digo esto porque reconozco que también estoy contemplando con profunda gratitud la muestra de apoyo que he recibido a través de mi recaudación de fondos hasta el momento. En gran parte, el éxito de esta recaudación de fondos me inspira a ayudar a otros estudiantes de astrología u otros practicantes de otras disciplinas a encontrar el coraje para pedir ayuda y permanecer dedicados e inspirados en su camino, incluso cuando es difícil estar solo. .
Algo que siempre he tratado de tener en cuenta como punto fundamental de mi práctica es la idea de que “el trabajo es el mejor pago. Lo divino es mi posesión más preciada”. Esta es una enseñanza perenne que muchos practicantes religiosos, sacerdotes o funcionarios públicos han considerado sagrada durante milenios. Pero solo funciona en la medida en que vivimos en una sociedad que reconoce este rol o llamado como único y hace lo que puede para apoyar a los llamados a estos votos.
¿Qué tan difícil es para nosotros hacer esto cuando hemos visto estos oficios y votos tan abusados? ¿Qué tan difícil es para alguien como yo mantener esos votos sagrados, todo el tiempo, mientras vive en un mundo que no me ofrece (a los astrólogos) templos ni vistas de oráculos aparte de los que yo (o nosotros) hacemos para nosotros mismos?
¿Qué tan difícil es encontrar nuestro "llamado" pero luego tenemos que luchar hasta el agotamiento para apoyarlo y mantenerlo en pie todo el tiempo, todo al mismo tiempo?
Hoy mi oración es por el reavivamiento, la restauración y la sanidad de todos los servidores públicos.
Oración:Recuérdanos a quién y a qué servimos, y ayúdanos a restaurar la integridad de los antiguos roles y deberes dentro de nuestras comunidades