Acabas de conocer a alguien súper lindo. Tienes un par de citas (o, sin juzgar, haces un poco de acoso cibernético ligero) y te las arreglas para averiguar su fecha de nacimiento. De repente, has ganado el premio mayor astrológico:ahora puedes buscar su carta natal, descubrir qué tan compatible es su signo con el tuyo y saber qué pensar y sentir sobre ellos antes ¡realmente llegas a conocerlos!
Tal vez deberías tomarte un respiro antes de obtener demasiada información cósmica sobre tu nuevo interés amoroso. Para empezar, la astrología no se trata solo de signos solares; también revela las condiciones en las que te criaron, cómo te sentiste acerca de esas condiciones y tus herramientas y contratiempos para sobrellevar la situación. Todavía tienes libre albedrío. Cuando te obsesionas con lo que los demás están haciendo o no en función de su astrología, puedes tejer una narrativa que es a la vez convincente y conveniente, pero la verdadera intimidad no se puede desarrollar cuando estás operando a partir de ideas sobre lo que piensas. sabes de una persona.
Si descubre, por ejemplo, que una persona tiene muchos planetas en Géminis, puede decidir qué significa eso, pero realmente no lo sabe. Las personas son mucho más complicadas que sus partes, incluso sus partes astrológicas. Si te gusta o no un Géminis es un reflejo de ti y de tu carta y no del valor de un Géminis. La verdad es que las relaciones se tratan de que tu locura se encuentre con la locura de otra persona, e idealmente se suman a algo que se siente cuerdo en este mundo.
Recuerda:quién es la persona que te gusta y si le gustas no es tan importante como si te gusta y puedes ser tu mejor yo con ella. Cuando manejas lo que crees que quiere la persona que te gusta, estás impidiendo que te conozca. Facilitar la cercanía no es lo mismo que la verdadera cercanía.
No importa cuán intuitivo seas, simplemente no eres objetivo cuando captas sentimientos. Desafortunadamente, la astrología es una búsqueda objetiva que requiere mucha memorización y estudio, y tus interpretaciones son tan claras como tu cabeza. No hay formas de acelerar o adelantarse a la intimidad. Se necesita tiempo, experiencia y algo de resolución de problemas de primera mano. Cuando conozcas a alguien que te entusiasme, intenta mirar tu propio gráfico. ¿Qué estaba pasando contigo en el momento en que los conociste? Eso te dará pistas sobre lo que se supone que debes sacar de la situación.