Aquí está por qué:
* La astrología no es un predictor de compatibilidad. Si bien a algunas personas les resulta divertido explorar, no determina científicamente cómo las personas se llevan bien.
* Las personalidades individuales importan mucho más que las señales de las estrellas. Cada persona es única, y su personalidad, valores, intereses y experiencias juegan un papel mucho más importante en la forma en que interactúan con los demás.
* Los adolescentes todavía se están desarrollando. Sus personalidades, intereses y valores aún cambian rápidamente. Lo que puede parecer un buen partido ahora podría cambiar a medida que crecen.
* Las relaciones requieren trabajo. Independientemente de los signos astrológicos, cualquier relación necesita esfuerzo, comunicación y respeto para prosperar.
En lugar de centrarse en los signos de estrellas, considere estos factores:
* intereses compartidos: ¿Disfrutan de actividades similares?
* Respeto y comunicación: ¿Pueden comunicarse abierta y respetuosamente?
* Valores y objetivos: ¿Comparten valores y aspiraciones similares?
* Madurez emocional: ¿Ambos son lo suficientemente maduros emocionalmente para manejar los altibajos de una relación?
En última instancia, el éxito de cualquier relación depende de las personas involucradas, no de sus signos de estrella.