La constelación de Libra fue catalogada por primera vez por el antiguo astrónomo griego Ptolomeo en el siglo II d.C. La balanza se asociaba a menudo con la diosa Dike, la personificación de la justicia. En la mitología griega antigua, Dike era la hija de Zeus y Themis y a menudo se la representaba sosteniendo una balanza. La balanza también se asociaba con el dios Hermes, a quien a menudo se le mostraba sosteniendo un caduceo, un bastón alado entrelazado con dos serpientes, que también se asociaba con el equilibrio y el comercio.
Orígenes babilónicos y sumerios
Los orígenes de la constelación de Libra se remontan a las antiguas culturas babilónica y sumeria. Los babilonios se referían a la constelación como Zibanu, que significa "balanza" o "báscula". Los sumerios lo llamaron Zib-ba-an-na, que se cree que significa "la balanza del cielo".
Épocas medievales y renacentistas
En las épocas medieval y renacentista, Libra se asociaba a menudo con el concepto de justicia y a menudo se la representaba como una mujer sosteniendo una balanza. En el siglo XVI, el astrónomo italiano Johannes Kepler publicó un libro llamado "Astronomia Nova" en el que proponía una nueva teoría del movimiento planetario. En este libro, Kepler utilizó la constelación de Libra para ilustrar sus ideas.
Tiempos modernos
La constelación de Libra todavía es reconocida hoy por los astrónomos y es una de las 12 constelaciones del zodíaco. Se encuentra en el hemisferio sur y se ve mejor en los meses de primavera. Libra es también el hogar de la galaxia Libra, una galaxia espiral ubicada a unos 52 millones de años luz de la Tierra.