La idea de las piedras de nacimiento, incluidos los ópalos y los diamantes, y su supuesta influencia en los rasgos o la fortuna de las personas se basa en tradiciones y creencias históricas en astrología, que carecen de evidencia empírica y validación científica. Las preferencias personales, los antecedentes culturales y los gustos individuales, más que los signos del zodíaco, suelen guiar la elección de joyas.