Según la nueva definición de la IAU, un "planeta" debe cumplir tres criterios:
1. Orbita el Sol.
2. Tener masa suficiente para tener forma esférica.
3. Limpiar su órbita de otros desechos.
Plutón cumple los dos primeros criterios pero no el tercero. Su órbita está intersectada por varios otros objetos, conocidos como objetos del Cinturón de Kuiper, lo que significa que no ha limpiado su órbita de escombros.
Con base en estos criterios, Plutón y otros cuerpos celestes similares fueron reclasificados como "planetas enanos". Los planetas enanos se definen como cuerpos celestes que cumplen los dos primeros criterios para ser un planeta pero que no han limpiado sus órbitas de otros desechos.
Esta reclasificación provocó cierto debate y controversia, y algunos astrónomos expresaron su desacuerdo o sugirieron definiciones alternativas. Sin embargo, la decisión de la IAU sigue siendo la designación oficial y Plutón ya no se considera un planeta en toda regla.