La ubicación de los capilares en la microcirculación está determinada por las necesidades del tejido u órgano. En los tejidos que requieren un alto nivel de oxígeno y nutrientes, como el corazón y el cerebro, los capilares están densamente poblados. En los tejidos que no requieren tanto oxígeno y nutrientes, como la piel y los huesos, los capilares están menos densamente empaquetados.
Los capilares también se encuentran en el sistema linfático, que es una red de vasos que transportan la linfa, un líquido transparente que contiene glóbulos blancos. Los capilares linfáticos se encuentran en los espacios intersticiales, que son los pequeños espacios entre las células.
La ubicación de los capilares es fundamental para el buen funcionamiento del organismo. Los capilares permiten el intercambio de oxígeno, nutrientes y productos de desecho entre la sangre y los tejidos. También ayudan a regular la presión arterial y la temperatura corporal.