Arterias:
1. Sangre rica en oxígeno:las arterias transportan sangre oxigenada desde el corazón a los tejidos y órganos del cuerpo. La excepción a esto es la arteria pulmonar, que transporta sangre desoxigenada desde el corazón a los pulmones para su oxigenación.
2. Paredes gruesas y elásticas:las arterias tienen paredes más gruesas y elásticas en comparación con las venas y los capilares. Esta elasticidad les permite soportar la alta presión generada por la acción de bombeo del corazón.
3. Luz estrecha:las arterias tienen una luz más estrecha (diámetro interior) en comparación con las venas. El diámetro más estrecho crea resistencia al flujo sanguíneo, lo que ayuda a mantener la presión arterial.
Venas:
1. Sangre desoxigenada:las venas transportan sangre desoxigenada desde los tejidos y órganos de regreso al corazón. La excepción es la vena pulmonar, que transporta sangre oxigenada desde los pulmones al corazón.
2. Paredes delgadas y menos elásticas:las venas tienen paredes más delgadas y menos elásticas en comparación con las arterias. Pueden expandirse y contraerse más fácilmente para adaptarse a los cambios en el volumen sanguíneo.
3. Luz más amplia:las venas tienen una luz más amplia en comparación con las arterias, lo que permite que un mayor volumen de sangre fluya de regreso al corazón.
Capilares:
1. Paredes delgadas para el intercambio:Los capilares son los vasos sanguíneos más pequeños y numerosos del cuerpo. Tienen paredes extremadamente delgadas que constan de una sola capa de células endoteliales. Esta delgadez facilita el intercambio de sustancias como oxígeno, dióxido de carbono, nutrientes y productos de desecho entre la sangre y los tejidos circundantes.
2. Difusión:Los capilares son el sitio donde ocurre la difusión. El oxígeno, los nutrientes y los productos de desecho se intercambian entre la sangre y los tejidos a través de las paredes capilares.
3. Filtración y Reabsorción:Los capilares también participan en el proceso de filtración y reabsorción en los riñones y otros órganos, contribuyendo a la regulación del equilibrio de líquidos y la eliminación de desechos.
Estas características únicas de las arterias, venas y capilares permiten el transporte eficiente de sangre, oxígeno, nutrientes y productos de desecho por todo el cuerpo, respaldando funciones fisiológicas esenciales.