Los capilares son los vasos sanguíneos más pequeños del cuerpo y son responsables del intercambio de oxígeno y dióxido de carbono entre la sangre y los tejidos. Están revestidos por una única capa de células endoteliales, que son muy finas y delicadas.
Las terminaciones nerviosas son estructuras especializadas que se encargan de detectar cambios en el entorno y enviar señales al cerebro. Por lo general, se encuentran en la piel, los músculos y los órganos.
Como los capilares no tienen terminaciones nerviosas, no pueden sentir dolor ni otras sensaciones.